ADIPOSTATO - LEPTINA

EL QUE CONTROLA LA MATRIX
El adipostato es el sistema encargado de mantener y regular el peso corporal en determinados valores normales, funciona probablemente en el hipotálamo cerebral y se encarga de regular la adiposidad (grasa) en el organismo. Este sistema programado basado en genes, se encarga de mantener en el tiempo el peso de cada persona, actúa mediante mecanismos de regulación de manera sincrónica, modulando la ingestión de alimentos (apetito/saciedad) y el gasto de energía, en algunas personas dificultan el aumento de peso, al frenar el apetito e incrementar el consumo energético y , por lo contrario en otras personas, contrarrestan la pérdida de peso mediante el aumento del apetito y la disminución del gasto de energía.
El trasmisor que conecta al tejido adiposo con el cerebro es una proteína que se puede modificar genéticamente.


Cada organismo tiene su peso “marcado” regulado por el Adipostato, el control del peso corporal depende de muchos genes, mas de veinte, los estudios en humanos atribuyen a la acción genética más del 50% del peso corporal, lo que dejaría en un segundo plano a los factores ambientales, pero en la actualidad, estas variaciones ambientales deben de ser los responsables del rápido incremento de la obesidad, ya que como explicamos en el capítulo anterior, la constitución genética de la población no ha cambiado tan de prisa.
En el caso de las personas obesas, el Adipostato tiene un punto de equilibrio diferente. Parecería que el mecanismo de aumento de peso se pone en marcha como resultado del tipo de comida que se ingiere asociado con un estilo de vida marcado por el sedentarismo. Este peso máximo puede reprogramarse si se modifican la forma de alimentarse y de moverse, haciendo que el cuerpo responda positivamente y defienda un peso saludable, esto se explica por la NEUROPLASTICIDAD, que es la capacidad que tiene el cerebro de aprender cosas nuevas, este nuevo peso biológico una vez que esta  reprogramado puede mantenerse, pero si uno deja de cuidarse, lo más probable es que vuelva al peso anterior en el conocido efecto Yo-Yo. Asiendo uso de esta cualidad del cerebro se puede contrarrestar la orden biológica del 

Adipostato a engordar, pero como se menciona, es una decisión que implica un esfuerzo constante y sostenido en el tiempo, de allí que fracasan muchos programas de adelgazamiento que no toman en cuenta “regular el Adipostato”.

La NEUROPLASTICIDAD funciona también en personas que desean subir de peso, en aquellas que genéticamente no tienen tendencia a engordar , esto se puede lograr reprogramando el regulador del adipostato y activandolo negativamente, logrando incrementar la sensación de apetito y disminuyendo los niveles de gasto de energía bioquímicos como la TERMOGÉNESIS del cual nos ocuparemos en el siguiente capítulo.

Uno de los mecanismos que utiliza el adipostato, es el sistema regulado por hormonas de los cuales destaca la importante función que cumple la LEPTINA.


CONTACTO.- La encargada de transmitir la información.
LA LEPTINA
Es una hormona producida principalmente por los adipocitos (células grasas ) y está involucrada en la regulación de la grasa corporal. La leptina interactúa con las áreas del cerebro que controlan el hambre y ésta envía las señales a los sistemas involucrados en la saciedad indicando que los niveles de ingesta de alimento ya son los suficientes para el organismo. Existe un cierto número de personas  que tienen mutaciones en el gen de la leptina , que los induce a una mayor demanda de alimentos , lo que resulta en un tipo de  obesidad, pero estos casos son escasos.
Se le ha llamado la "hormona de la obesidad " u " hormona de la grasa " , pero hoy se la conoce como "hormona del hambre "(largo plazo). Cuando los científicos descubrieron la leptina en 1994 , hubo muchas expectativas con motivo de su potencial uso como un tratamiento exitoso de pérdida de peso.
Entonces la leptina no es nuestra hormona de la obesidad sino que es nuestra hormona de la inanición , secretada principalmente por los adipositos, circula por el torrente sanguíneo , y se dirige al cerebro . " La leptina es la forma en que las células de grasa le dicen al cerebro que el termostato de la energía corporal esta dando señales de  suficiencia".
La leptina le dice al cerebro que tiene suficiente energía almacenada en las células de grasa para gastar en los procesos metabólicos normales , los niveles de leptina tienen un umbral genéticamente establecido, cuando su nivel está por encima de ese umbral, el cerebro detecta que hay suficiencia energética lo que significa que la persona puede quemar energía a un ritmo normal, ingerir alimentos en proporciones normales, hacer ejercicios de manera moderada, etc.

Cuando las personas hacen dieta, comen menos y los adipositos pierden un poco de grasa, la cantidad de leptina producida disminuye, porque ésta se produce en el tejido graso, entonces los niveles de leptina caen por debajo de su umbral normal personal, el cerebro capta esta carencia y activa los sistemas de almacenamiento de energía como el nervio vago que se extiende entre el cerebro y el abdomen, y esto se manifiesta como la sensación de tener hambre y la persona pueda ingerir alimentos generando energía que  luego serán almacenados en forma de tejido graso que producirán leptina hasta llegar sus valores normales.
¿De que manera la leptina afecta el peso corporal?
Esta es una interesante pregunta, si el sistema de control de peso funciona como un termostato - un adipostato – y esto es exacto porque esta regulado por genes, ¿Porqué algunas personas continúan subiendo de peso?. El problema de estas personas es que  a pesar de tener grandes cantidades de leptina , sus cerebros No están recibiendo la importante señale para dejar de comer.
¿Cómo es que el cerebro no entiende la señal?
Este fenómeno se llama “Resistencia a la leptina”, es similar a la resistencia a la insulina en la diabetes tipo 2, en la que el  páncreas produce grandes cantidades de insulina, pero el organismo no responde de manera adecuada. En la resistencia a la leptina, los niveles de ésta pueden seguir subiendo en medida que la gente engorda ya que cada persona tiene un nivel mínimo pero no un nivel máximo de esta hormona, hay un piso pero no un techo, los niveles de leptina son altos lo que significa que la persona esta en sobrepeso pero el cerebro no lo puede entender, las señales de saciedad de la leptina no llegan al cerebro y el cerebro sigue ordenando la ingesta de alimentos y esto es la obesidad, hambre del cerebro , las personas que sufren estas alteraciones tienen un cuerpo obeso y un cerebro en inanición.
La leptina no solo es parte del sistema de hambre sino que tambien es parte del sistema de recompensa, en personas normales cuando los niveles de leptina son bajos, la ingesta de comida resulta gratificante y cuando los niveles de esta hormona son elevados, el sistema de recompensas es desconectado y la persona siente la sensación de saciedad y entonces comer no parece agradable.
Pero en las personas con resistencia a la leptina, el sistema de recompensas no induce a la persona a dejar de comer cuando los niveles de leptina aumentan. Los adipositos están secretando leptina y tratando de decirle al cerebro que ya no hay necesidad de comer, pero el cerebro no recibe esta señal, entonces solo se siente más hambre y el mecanismo de recompensa no se desconecta y se come más y este circulo vicioso no se extingue hasta terminar en obesidad.
¿Puede la leptina funcionar como un tratamiento para la obesidad?
A principios de 1970, algunos experimentos con ratones indicaban la existencia de “cierta clase de hormona que afectaba la ingesta de alimentos y la grasa corporal”, pero no se sabía cual era, cuando los investigadores finalmente descubrieron la leptina en 1994 se dieron cuenta que la obesidad podía tener una base fisiológica, fue entonces que exploraron la leptina como un posible tratamiento para la obesidad, se creía que los obesos eran defientes en leptina y que incrementando sus niveles estos dejarían de comer en exceso, pero fue una gran sorpresa encontrar elevados niveles de leptina en personas obesas, esto llevo a descubrimiento y entendimiento de lo que ahora llamamos “resitencia a la leptina” y a la comprensión que no tiene sentido administrar esta hormona en estas personas ya que ninguna cantidad de ésta va a vencer la resitencia, dar leptina sólo ha ayudado en alguno casos extremadamente raros en el mundo en que las personas nacen sin leptina en absoluto.
Lo que si se ha descubierto es que la resistencia a la insulina genera resistencia a la leptina, de allí que se aconseja un manejo adecuado de los niveles de azucar que disminuyan la resistencia a la insulina y esto ayudaría a la pérdida de peso.
La reducción de los niveles altos de triglecéridos también ayuda, ya que el exceso de triglicéridos posiblemente interfieran con el trasportador de la leptina desde la sangre hasta el cerebro.

Cuando uno es resistente a la insulina, tiene altos niveles de triglicéridos y esta es una señal asociada a la alteración de la leptina, ya que parece ser que los triglicéridos bloquean el transporte de la leptina en el cerebro no permitiendo que la señal de saciedad se produzca. La mejor manera que la señal se produzca es reducir el nivel de triglecéridos circulantes en sangre.

Esto es "Bioqímica para todos, una manera fácil de entender la salud"